Posteriormente fue reproducida por «El Mercurio» días antes del partido entre ambos seleccionados, enardeciendo el ambiente en contra del conjunto visitante. Una séptima posición y el no acceder a la fase final del torneo, de la que acabaría saliendo vencedora la selección uruguaya en el famoso «Maracanazo» para empatar en el palmarés de la competición con los italianos y recuperar de nuevo el trono como mejor conjunto mundial, fue un duro varapalo para «Gli Azzurri» del que tardarían en recuperarse. Este fue un fuerte golpe para una selección que intentaba recuperar viejos éxitos. La primera falta fue ocasionada a los 12 segundos de juego y a los siete minutos, un violento golpe del delantero Giorgio Ferrini al chileno Honorino Landa provocó la primera expulsión por parte del árbitro inglés Ken Aston. Leonel Sánchez (hijo del excampeón chileno de boxeo, Juan Sánchez) se levantó y propinó un golpe con su puño izquierdo al italiano. Fue un encuentro espantoso del Atlético, que solo trianguló una vez a lo largo de todo el partido, y que hasta la salida de Kiko por Lardín en el minuto 64, no creó ni una ocasión de peligro.
Con el correr de los partidos, según la prensa especializada, bajó su rendimiento al punto de ser duramente criticado por algunos de los seguidores del club londinense, todo esto debido a la dura competencia que tenía por el puesto, con delanteros de la talla de Didier Drogba, Andriy Shevchenko, Salomon Kalou y más tarde también con Nicolas Anelka, a pesar de eso se las arreglaba para alternar en los partidos e incluso marcar y habilitar, pero esto se agudizó con la repentina salida del técnico José Mourinho. José Luis Monreal sustituye a Ben Barek, pero no logra mejorar el rendimiento del equipo y es igualmente cesado tras quince partidos disputados. Entre las causas, amén de la guerra, se encuentra la «Tragedia de Superga», en la que falleció gran parte del plantel del Torino, que por aquel entonces era el más exitoso de Italia, ganando 5 campeonatos de la Serie A consecutivos, y en el que hasta 10 jugadores copaban el equipo titular de la squadra azzurra. La organización se enfrentó a diversas dificultades, principalmente respecto a la infraestructura necesaria, lo que amenazó en varias ocasiones la realización del torneo, en especial tras el terremoto de Valdivia de 1960 que destruyó gran parte del territorio sur del país.
En junio de 2008 fue convocado por el seleccionador brasileño Dunga en dos ocasiones en la fase de clasificación de la Copa Mundial de Fútbol de 2010. Dos meses más tarde, fue invitado a participar a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 como uno de los futbolistas de más de veintitrés años permitidos en la selección. Esto permitió que una vez asentado el panorama, en torno a finales de los años 40, la FIFA pudiese retomar el Campeonato Mundial. Cliftonville F.C. norirlandés, que tardó 88 años en hacerlo. La final sería en el Frankenstadion, de la ciudad de Núremberg, lugar donde 35 años antes el Bayern había conseguido ganar el primer título importante para el club. En aquel entonces, la selección húngara deslumbraba al mundo con su genial generación de futbolistas conocida como los «Magiares de Oro» y se postulaban como los grandes favoritos europeos para hacerse con el título.
En ella quedó encuadrada en el Grupo C junto a la selección sueca, vigente campeona olímpica, y la selección paraguaya. Uno de los más relevantes fue la inclusión de una fase de grupos previa a la final, similar a la última edición de la Copa de Europa en la que fueron eliminados los cuartos de final y las semifinales, y con acceso directo a la final de los primeros de cada grupo. Su participación resultaría hasta esa fecha en la peor de un equipo defensor del título, tras caer eliminada a las primeras de cambio en la fase de grupos, novedad en esta edición. La tercera, fue en la edición de Rusia 2018 donde perdió el partido de repechaje ante Suecia. En el minuto 38 del primer tiempo se produciría el enfrentamiento más recordado del partido. Éstas, corrieron a cargo de los periodistas italianos Antonio Ghirelli y Corrado Pizzinelli que escribieron una nota para el periódico italiano «Il Resto del Carlino» hablando sobre la precaria situación de la capital Santiago de Chile.